Las empresas eléctricas se enfrentan a desafíos cada vez mayores en la modernización de su infraestructura en medio de costos crecientes, una fuerza laboral envejecida, disrupciones económicas y entornos regulatorios en evolución. Con el aumento de la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, la complejidad cada vez mayor de los recursos energéticos distribuidos (DER) y el cambio hacia una mejor experiencia del cliente, las empresas de servicios públicos deben adaptarse rápidamente para garantizar la resiliencia operativa, la estabilidad de la red y la satisfacción del cliente.
Inspecciones rutinarias de líneas de alta tensión, postes, torres y cables. Supervisión del estado e inspecciones de transformadores, conmutadores, interruptores automáticos y sistemas de control.
Actividades de mantenimiento programadas para prolongar la vida útil de los activos y minimizar los fallos inesperados. Intervenciones reactivas para reparar o reemplazar los componentes defectuosos tras la detección de fallos.
Envío rápido de trabajadores sobre el terreno para solucionar los cortes de electricidad y restablecer los servicios. Gestión de daños causados por condiciones meteorológicas extremas, como tormentas o inundaciones, incluida la sustitución de postes dañados y la reparación de líneas eléctricas caídas.
Inspección y mantenimiento de paneles solares propiedad del cliente, sistemas de almacenamiento en baterías y otros recursos energéticos distribuidos. Coordinar la conexión de los recursos energéticos distribuidos a la red y supervisar su rendimiento.
Modernizar las infraestructuras obsoletas, instalar contadores inteligentes e implantar nuevas tecnologías de smart grids para ampliar la capacidad de la red eléctrica y dar cabida a la creciente demanda.
Desbrozar la vegetación que rodea las líneas eléctricas y subestaciones para evitar el contacto y reducir el riesgo de apagones.
Garantizar que toda la infraestructura cumple las normas de seguridad reglamentarias, lo que implica inspecciones in situ, pruebas de equipos y documentación de conformidad.
Instalar, reparar o actualizar los contadores de los clientes, incluido el despliegue de contadores inteligentes. Gestionar el trabajo de campo en las instalaciones de los clientes, como las evaluaciones de energía doméstica y las inspecciones de los DER (recursos energéticos distribuidos) propiedad del cliente.
Mediante una planificación avanzada basada en GIS (Sistemas de Información Geográfica) y la integración de datos en tiempo real, OverIT permite a los técnicos de las compañías eléctricas gestionar las redes de transmisión y distribución de forma eficiente. Estas herramientas les permiten localizar activos con precisión, optimizar horarios y realizar inspecciones, incluso en zonas remotas, reduciendo al mínimo el tiempo de inactividad.
OverIT ayuda a las empresas eléctricas y a sus técnicos de campo a agilizar el mantenimiento y las operaciones de las subestaciones. Las herramientas digitales, como los modelos 3D y las inspecciones basadas en realidad aumentada, mejoran la precisión de los diagnósticos y la eficiencia de las reparaciones, garantizando la seguridad y la fiabilidad de estos componentes críticos de la infraestructura.
Restablecer rápidamente el suministro eléctrico durante los cortes causados por tormentas, averías de los equipos o emergencias mediante un despliegue eficaz de las cuadrillas, el análisis de datos en tiempo real y una mejor comunicación con los clientes, garantizando a la vez el cumplimiento de la normativa.
Enel, líder europeo en el sector energético, logró objetivos fundamentales gracias a la integración de sistemas externos, la automatización de tareas, y la gestión de tareas a través de nuestra aplicación móvil. Los resultados clave incluyeron:
El sector energético está experimentando una transformación sin precedentes. Al abandonar los combustibles fósiles para abrazar fuentes sostenibles y renovables, la «transición energética» no es un simple ajuste tecnológico, sino un imperativo estructural que está redefiniendo cómo producimos, consumimos y gestionamos la energía a escala global. Esta transición no solo plantea desafíos, sino también grandes oportunidades para las empresas de servicios públicos, que así podrán ser pioneras, guiar y construir un futuro energético más limpio y sostenible.