Cuando trabajan sobre el terreno, los técnicos recurren con frecuencia a mapas y múltiples datos del GIS (Geographic Information System, es decir Sistema de Información Geográfica), ya que los mapas proporcionan información crucial sobre la ubicación de los activos, las infraestructuras, el tipo de terreno y demás información espacial relevante. Sin embargo, el mundo real es muy dinámico y la construcción de nuevas infraestructuras junto a la transformación del terreno y la evolución de la geografía son factores que contribuyen a desactualizar muchos de los datos del GIS.
Pensemos por ejemplo en el caso de una empresa de servicios públicos que gestiona una extensa red de tuberías y líneas de transmisión para el suministro de agua, gas y electricidad a distintas regiones. Los técnicos de campo se apoyan en gran medida en los mapas GIS para rastrear la ubicación y los atributos de estos activos. Pero ¿qué ocurre al integrar nuevos gasoductos en la red? Una vez sobre el terreno, los técnicos se enfrentan a las discrepancias entre el mapa y la infraestructura real. Este desajuste puede generar confusión, ineficiencias y potenciales riesgos para la seguridad.
Lo mismo ocurre cuando los técnicos llegan al campo para inspeccionar los aerogeneradores y se dan cuenta de que el entorno ha cambiado debido a los últimos fenómenos meteorológicos, con los consiguientes cambios en el terreno y la vegetación, además de los riesgos asociados.
Antes, cuando los técnicos se encontraban con datos GIS no exactos, tenían que documentar los cambios en papel, por correo electrónico o de otras formas poco eficientes y comunicarlos a la oficina central para que los actualizara. Entonces, la oficina central tenía que localizar el sitio exacto y averiguar qué datos actualizar y cómo hacerlo para ajustarlos a la situación sobre el terreno. Este proceso podía tardar semanas o incluso más antes que los datos del GIS se actualizasen, revisasen y publicasen otra vez a los técnicos.
La funcionalidad de Mobile GIS redlining permite a los técnicos señalar los errores o los ajustes que sean necesarios directamente en el mapa, a partir de lo que ven realmente sobre el terreno, accediendo al mapa GIS en sus dispositivos móviles y haciendo comparaciones con la infraestructura real que encuentran. Al detectar discrepancias o cambios, pueden utilizar la funcionalidad de redlining para introducir la información actualizada directamente en el mapa. De esta forma, si se ha instalado un nuevo gasoducto, los técnicos pueden dibujar su trazado en el mapa y adjuntar la información relevante, como la fecha de instalación y el material utilizado. Luego, los datos actualizados se envían a la oficina central para que los revise, reduciendo significativamente el tiempo de actualización de los datos GIS y su entrega a los técnicos de campo.
Los operadores toman notas en tiempo real, introducen cambios, actualizaciones, correcciones y comentarios directamente en el mapa, y los comparten con los demás usuarios. Estas actualizaciones en directo garantizan la precisión, impulsan la eficiencia operativa y refuerzan las medidas de seguridad.
Esta funcionalidad ayuda a los técnicos a aumentar la precisión de los mapas, revolucionando la forma en que gestionan y actualizan la información contenida en ellos, e impulsando a las organizaciones hacia una nueva era de eficiencia y colaboración, y todo esto a través de la aplicación móvil de FSM de OverIT.